22.11.06

CARLOS LEÓN: EN LA ESPESURA

–Entras en un bosque sin caminos reconocibles, sólo vegetación que te deja o no pasar, que de repente es desnuda explanada, y al rato, opacidad plena. Te pierdes como personaje de cuento infantil, como niño indefenso que en el fondo todos somos en este mundo inexplicable, extraño, tan poco empático, como en un paraíso que de siempre se nos antojó embargado.

Max Estrella expone el trabajo más reciente de Carlos León (Ceuta, 1948), paisajes abstractos que se espesan y traslucen en alternancia. Se muestra ante todo un expresionista, como la propia naturaleza, dinámico, desequilibrado, a impulsos.


–Y más que bucólico aparece salvaje, pura pintura que se refleja sola.

Su estilo, aún así, no está lejos de aquellos inmensos cuadros de ninfeas que pintara un tardío pero modernísimo Monet, igual de inconmensurables como la sensación que buscara de infinito, de universos, en su action painting Jackson Pollock, búsqueda que al propio Carlos León parece interesarle en cada una de sus obras, en cada movimiento desordenado y fluido de sus pigmentos, de sus orgánicos trazos, casi automatismo, y no en vano, como fruto ofreciéndose imágenes, al cabo, surrealistas…

Es, de este modo, una captación de espacio inabarcable, tanto en la profundidad de sus bidimensionales superficies y cielos crudos y brillantes, como en la anchura de sus límites. Y la riqueza cromática no deja de incidir en lo mismo, variando en sus verdes, ocres y amarillos para recrear una suerte de estaciones, tal vez nuevas, inventadas.

Llegando a ciertos extremos, resultan también sanguinolentos algunos de sus tonos, como representando ramificados y descarnados troncos de músculos que se proyectan sin destino, cicatrices, y sin perder por ello su raro esteticismo.

Pincelada dinámica, pastosa, en ocasiones crispada y nerviosa, correosa o deslizada hacia la brillante superficie blanca del cuadro, quiere el artista concluir más allá de la misma en transparente caos, en la frondosa naturaleza de unas tierras que se quiebran y fragmentan, en una diversidad de formas imaginables que seducen al espectador para atraparlo en sus laberínticos esquemas.

Carlos León, La tierra equivocada, la tierra errónea
Galería Max Extrella
Del 8 de noviembre al 31 de diciembre de 2006


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